La gente que triunfa no tiene un don especial, o algo sobrenatural, son iguales a nosotros, incluso han sufrido más.
Tomando
en cuenta a los personajes más exitosos de la historia, observamos que
el factor que tenían en común era que sabían tomar buenas decisiones,
rápido y que raramente cambiaban de parecer en cuanto a ellas.
La
mayoría sabía controlar sus emociones, no emitían juicios rápidos sino
bien pensados, fundamentados. A pesar de que decidían rápido, nunca
tomaban las cosas a la ligera.
Sucede que la gente tiene la motivación para hacer cosas pero no tiene las herramientas para llevarlas acabo, o viceversa.
El
curso que lleva por nombre "Estrategias inteligentes" y promete romper
esas barreras mentales que nos impiden lograr resultados
extraordinarios. Raúl Ortega, sicólogo consultor del rendimiento y coach
de dirección, y Agustín Bravo Curiel, experto en programación neuro
lingüística, son los encargados de develar aquellas recetas del éxito.
Así que en el curso se dan las estrategias para tomar esas buenas decisiones y para que tengan motivación al hacer algo.
Una
de las más emotivas es la caminata sobre brazas. Es algo que parece
imposible, se cree que sólo los faquires o gente que tiene alguna
facultad especial lo puede lograr, pero en el curso se hace desde el
primer día.
Lo
que ocurre con quienes logran cruzar las brazas es que van haciendo
ajustes en sus creencias. Esto lo llevamos acabo a través de historias y
motivación.
Le
dan un significado a ese reto y le "ponen el nombre" de algo que no
hayan podido lograr, ya sea en el campo personal, profesional o emotivo.
Es una parte muy introspectiva y se hace hasta que hayan razonado,
estén motivados y listos.
Es
increíble ver cómo pasan por el calor sin ningún dolor, es un momento
catártico que hace que también venzan aquel reto con el que hicieron la
similitud. No les pasa nada, no hay quemaduras ni dolor, es como caminar
sobre piedritas. La gente admite que eso que creía tan difícil fue
fácil y así lo catalogan con sus barreras personales.
Este
curso lo aprovechan mucho las personas que están en áreas de ventas y
los directivos de empresas, porque hablamos mucho de estrategias de
comunicación.
Ayuda
a ver que la gente que triunfa no tiene un don especial, o algo
sobrenatural, son iguales a nosotros, incluso han sufrido más. Eso tal
vez puede ser un factor, pues un momento que los marca y los hace
reaccionar.
¿Por qué nos ponemos barreras?
Por costumbre
Desde
pequeños, especialmente cuando no hablamos, todo lo que aprendemos es
por medio de lo que nos dicen. A veces la mamá y el papá le explican al
niño cómo funcionan las cosas, pero él, más que tomar en cuenta lo que
le dicen, observa la actitud de los padres y de la gente que está a su
alrededor.
Los
niños imitan a los adultos porque les tienen admiración, así que si un
padre le dice a un niño que él nunca va a ser bueno para la música, para
el baile, para algún deporte, el niño no lo va a lograr.
El
cerebro es noble porque aprende lo que se le enseña. Si se le ha
programado para limitarse, lo hace tan bien que cuesta mucho trabajo
salir de ese esquema. Sólo una experiencia catártica logrará sacarlo.
Muchas
veces la gente trata de protegernos para no sufrir decepciones y nos
enseña a limitarnos y a no generarnos expectativas altas. Si uno voltea a
ver a los líderes de la historia, puede darse cuenta de que todos
tenían alguna motivación, que fueron muy necios.
El
caso de Thomas Alva Edison es el más claro; hizo como 2 mil pruebas
antes de llegar a inventar la bombilla eléctrica. Ese triunfo le costó
muchos "fracasos", pero no fueron del todo fallidos, porque le llevaron a
lo que quería lograr.
Si
uno piensa que algo no se puede hacer, el cerebro deja de buscar
soluciones, pero si uno se aferra y se convence que debe haber alguna
forma de lograrlo, la mente se queda trabajando en ello y luego, como
por arte de magia, se resuelve.
Esto
es muy común. Cuando uno trata de acordarse del nombre de alguien y se
esfuerza, pero por falta de tiempo lo deja; el cerebro sigue pensando en
ello y después la respuesta sale a la luz porque inconscientemente
sigue trabajando en ello.
¿Qué es necesario para romper esas barreras?
Estar
en un entorno que les facilite lograr lo que desean; leer historias de
gente que lo ha hecho es un buen recurso. Esto lo pueden hacer por medio
de libros o de internet. En el sitio www.forospnl.com se da asesoría
gratuita y personalizada por medio de los foros.
Conocer más cosas permite liberar esas barreras, es decir, que el conocer las opciones permite elegir.
El
cambio da mucho miedo porque saca a las personas de la zona de confort,
pero cuando uno empieza a hacer cosas muy pequeñas, pero diferentes a
la rutina, esa zona se va expandiendo.
Cambiar
de ruta cuando se va al trabajo amplía la percepción de la realidad. Si
un día se cierra la calle por la que siempre pasamos, tenemos otras
opciones para llegar. Hacer cosas diferentes cada día se vuelve un
hábito y amplía poco a poco la percepción de la realidad.
Una
de las mejores herramientas que hay son las preguntas inteligentes. Nos
han enseñado a no preguntar para no hacer evidente la ignorancia o no
ser metiches (como dicen los papás), pero se queda más ignorante el que
guarda las dudas. El que pregunta sólo se tiene que preocupar porque
alguien le responda, y lo peor que le puede pasar es que no le den la
información y siempre puede buscarla en otro lado.
El
preguntar es un síntoma de inteligencia, porque quiere decir que el
proceso del pensamiento se lleva a tal nivel que empieza a generar
incógnitas. Es lo que pasa con los llamados "genios", que han llevado su
pensamiento a hacer cosas fuera de lo normal.
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