viernes, 8 de febrero de 2019

Secretos para triunfar en la vida

LOS LÍDERES TIENEN ALGUNA MOTIVACIÓN Y SON MUY NECIOS. Alguna vez se ha preguntado qué tienen de diferente las personas exitosas, ¿cuál es su secreto para triunfar? Sin intención de sonar a libro de superación personal, un par de expertos sacan a la luz esas "llaves mágicas".
La gente que triunfa no tiene un don especial, o algo sobrenatural, son iguales a nosotros, incluso han sufrido más. 


Tomando en cuenta a los personajes más exitosos de la historia, observamos que el factor que tenían en común era que sabían tomar buenas decisiones, rápido y que raramente cambiaban de parecer en cuanto a ellas.
La mayoría sabía controlar sus emociones, no emitían juicios rápidos sino bien pensados, fundamentados. A pesar de que decidían rápido, nunca tomaban las cosas a la ligera.
Sucede que la gente tiene la motivación para hacer cosas pero no tiene las herramientas para llevarlas acabo, o viceversa.
El curso que lleva por nombre "Estrategias inteligentes" y promete romper esas barreras mentales que nos impiden lograr resultados extraordinarios. Raúl Ortega, sicólogo consultor del rendimiento y coach de dirección, y Agustín Bravo Curiel, experto en programación neuro lingüística, son los encargados de develar aquellas recetas del éxito.
Así que en el curso se dan las estrategias para tomar esas buenas decisiones y para que tengan motivación al hacer algo.
Una de las más emotivas es la caminata sobre brazas. Es algo que parece imposible, se cree que sólo los faquires o gente que tiene alguna facultad especial lo puede lograr, pero en el curso se hace desde el primer día.
Lo que ocurre con quienes logran cruzar las brazas es que van haciendo ajustes en sus creencias. Esto lo llevamos acabo a través de historias y motivación.
Le dan un significado a ese reto y le "ponen el nombre" de algo que no hayan podido lograr, ya sea en el campo personal, profesional o emotivo. Es una parte muy introspectiva y se hace hasta que hayan razonado, estén motivados y listos.
Es increíble ver cómo pasan por el calor sin ningún dolor, es un momento catártico que hace que también venzan aquel reto con el que hicieron la similitud. No les pasa nada, no hay quemaduras ni dolor, es como caminar sobre piedritas. La gente admite que eso que creía tan difícil fue fácil y así lo catalogan con sus barreras personales.
Este curso lo aprovechan mucho las personas que están en áreas de ventas y los directivos de empresas, porque hablamos mucho de estrategias de comunicación.
Ayuda a ver que la gente que triunfa no tiene un don especial, o algo sobrenatural, son iguales a nosotros, incluso han sufrido más. Eso tal vez puede ser un factor, pues un momento que los marca y los hace reaccionar.
¿Por qué nos ponemos barreras?
Por costumbre
Desde pequeños, especialmente cuando no hablamos, todo lo que aprendemos es por medio de lo que nos dicen. A veces la mamá y el papá le explican al niño cómo funcionan las cosas, pero él, más que tomar en cuenta lo que le dicen, observa la actitud de los padres y de la gente que está a su alrededor.
Los niños imitan a los adultos porque les tienen admiración, así que si un padre le dice a un niño que él nunca va a ser bueno para la música, para el baile, para algún deporte, el niño no lo va a lograr.
El cerebro es noble porque aprende lo que se le enseña. Si se le ha programado para limitarse, lo hace tan bien que cuesta mucho trabajo salir de ese esquema. Sólo una experiencia catártica logrará sacarlo.
Muchas veces la gente trata de protegernos para no sufrir decepciones y nos enseña a limitarnos y a no generarnos expectativas altas. Si uno voltea a ver a los líderes de la historia, puede darse cuenta de que todos tenían alguna motivación, que fueron muy necios.
El caso de Thomas Alva Edison es el más claro; hizo como 2 mil pruebas antes de llegar a inventar la bombilla eléctrica. Ese triunfo le costó muchos "fracasos", pero no fueron del todo fallidos, porque le llevaron a lo que quería lograr.
Si uno piensa que algo no se puede hacer, el cerebro deja de buscar soluciones, pero si uno se aferra y se convence que debe haber alguna forma de lograrlo, la mente se queda trabajando en ello y luego, como por arte de magia, se resuelve.
Esto es muy común. Cuando uno trata de acordarse del nombre de alguien y se esfuerza, pero por falta de tiempo lo deja; el cerebro sigue pensando en ello y después la respuesta sale a la luz porque inconscientemente sigue trabajando en ello.
¿Qué es necesario para romper esas barreras?
Estar en un entorno que les facilite lograr lo que desean; leer historias de gente que lo ha hecho es un buen recurso. Esto lo pueden hacer por medio de libros o de internet. En el sitio www.forospnl.com se da asesoría gratuita y personalizada por medio de los foros.
Conocer más cosas permite liberar esas barreras, es decir, que el conocer las opciones permite elegir.
El cambio da mucho miedo porque saca a las personas de la zona de confort, pero cuando uno empieza a hacer cosas muy pequeñas, pero diferentes a la rutina, esa zona se va expandiendo.
Cambiar de ruta cuando se va al trabajo amplía la percepción de la realidad. Si un día se cierra la calle por la que siempre pasamos, tenemos otras opciones para llegar. Hacer cosas diferentes cada día se vuelve un hábito y amplía poco a poco la percepción de la realidad.
Una de las mejores herramientas que hay son las preguntas inteligentes. Nos han enseñado a no preguntar para no hacer evidente la ignorancia o no ser metiches (como dicen los papás), pero se queda más ignorante el que guarda las dudas. El que pregunta sólo se tiene que preocupar porque alguien le responda, y lo peor que le puede pasar es que no le den la información y siempre puede buscarla en otro lado.
El preguntar es un síntoma de inteligencia, porque quiere decir que el proceso del pensamiento se lleva a tal nivel que empieza a generar incógnitas. Es lo que pasa con los llamados "genios", que han llevado su pensamiento a hacer cosas fuera de lo normal.

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